sábado, 23 de enero de 2016

RODRÍGUEZ DE MENDOZA

RODRÍGUEZ DE MENDOZA: SU MENSAJE FILOSÓFICO
Gustavo Flores Quelopana
Sociedad Peruana de Filosofía
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Toribio Rodríguez de Mendoza (1750 - 1825) docente precursor de la independencia entre la juventud criolla, era un gran descontento del escolasticismo tradicional y gracias al apoyo y aliento del monje erudito Diego Cisneros –partidario de la libertad de pensamiento y de conciencia- pudo sacar adelante la más importante reforma del Convictorio de San Carlos, que sería sofocada con la reacción absolutista de los virreyes Abascal y Pezuela. Con él el espíritu reformista se transforma en espíritu de emancipación.

Creó las cátedras de Derecho Natural y de Gentes, las cuales recibieron la hostilización del arzobispo quien consiguió la prohibición de su enseñanza por su explosivo contenido político. La reforma fracasó pero la instrucción de dichas materias siguió clandestinamente, cuando se descubrió el ardid el Convictorio fue clausurado. Por ser el primer gran impulsor de la ilustración política puede ser considerado como el primer exponente dentro de la corriente del criticismo cristiano, criticismo porque se mostraba cuestionador del absolutismo y cristiano porque defendía la fe católica. Con Rodríguez el protoliberalismo y teísmo regalista apunta en su espíritu no hacia la instauración de una república –como sucedería con sus discípulos-, sino más bien hacia una monarquía constitucional, lo cual no le impidió el Acta de Independencia sanmartiniana. El espíritu emancipador tenía el ejemplo republicano francés y norteamericano pero ello no significa que se excluyera una solución monárquica constitucional, tal como quedó constancia en el intento de San Martín. Lo más probable es que antes de 1808 –comienzo de las revoluciones hispanoamericanas- el sacerdote Rodríguez no excluyera una solución emancipadora monárquica y sólo después de consumados los hechos en el Perú se decidiera por la solución republicana. Empezó como protoliberal y terminó como consumado liberal.

Sacerdote y educador peruano,  rector del Real Convictorio de San Carlos, donde realiza favorece el estudio de las matemáticas, física, astronomía y crea nuevas asignaturas referentes a la historia y geografía del Perú. Difundió con el apoyo del Padre Cisneros los principios filosóficos liberales de la Ilustración e influyó mucho en la mentalidad de sus alumnos, varios de los cuales se convirtieron luego en líderes de la emancipación. Por ser el sembrador de las ideas políticas liberales es considerado precursor ideológico de la independencia del Perú. Muchos de sus alumnos fueron próceres de la emancipación -Manuel Lorenzo de Vidaurre, Francisco Javier Mariátegui, José Faustino Sánchez Carrión, entre otros-. Anciano, tuvo la alegría de ver a 35 de sus antiguos alumnos carolinos como diputados del Primer Congreso del Perú, cuyas sesiones preparatorias presidió.

En 1790 es miembro de la Sociedad de Amantes del País. Cuando el ejército libertador ocupó Lima en julio de 1821 fue uno de los primeros en firmar el Acta de la Independencia, el 15 de julio de 1821 en Lima. Instalado el Protectorado del general San Martín, asumió la presidencia de la Junta Eclesiástica de Purificación. Consolidada la independencia fue nombrado rector de la Universidad Mayor de San Marcos, en cuyo ejercicio falleció en 1825.

El principal aporte del sacerdote Rodríguez fue no sólo de carácter docente, pues enseñó los nuevos principios políticos y filosóficos de la Europa liberal, se preocupó por formar una nueva clase dirigente peruana, que sirva al país patrióticamente, fue el precursor del nuevo nacionalismo peruano, pero también propugnó el trato igualitario con los indios. Es decir, es el encargado de enfatizar al Perú independiente la deuda histórica que se tiene con el hombre originario de América. En este sentido, es el heredero legítimo del humanismo teológico del quinientos al seiscientos y del utopismo moral del seiscientos al setecientos. Convencido de la innegable condición humana del indio recoge lo mejor del legado neoescolástico hispano de Suárez y Vitoria, Las Casas y el Inca Garcilaso, por él se enlaza el discurso liberal con la reivindicación de la libertad, los derechos naturales y los derechos humanos de la escuela de Salamanca y Coimbra, revitaliza la utopía social cristiana de la neoescolástica de la contrarreforma, exige hacer realidad el derecho de gentes actuando sobre la realidad del indígena, infunde nuevas energías para defender la condición humana del indio y fue el real exponente de la neoescolástica humanista hispanoamericana en versión liberal. Con esto actualiza el problema de la Otredad indígena desde el amor cristiano y los derechos del hombre. Esto representa acentuar el problema praxiológico de la nacionalidad peruana, defendiendo la interdependencia de la caritas y la ley positiva con la historia, poniendo de relieve la necesidad de ahondar en la interpretación de la realidad nacional. No es que el criticismo cristiano que representa el sacerdote Rodríguez de Mendoza presente en clave liberal las tesis últimas del humanismo teológico cristiano católico hispano, sino que él percibe que en el ideario utópico liberal está implícito el espíritu de justicia social de la antigua civilización precolombina. En otras palabras, sin la integración del indio a la nacionalidad peruana y sin actuar sobre su realidad antropológica y social no hay verdadero respeto a los derechos fundamentales del hombre. Y este sería su mensaje más profundo y aleccionador a la naciente república liberal peruana. Su catolicismo tiene el sabor sincrético de la “unión justa con el todo” del espíritu indígena.


Rodríguez no es un filósofo original, pero sí es un docente valiente, un maestro incomparable y un pensador que ejerce un enorme influjo formando a la élite criolla para el liderazgo de la emancipación. Su intachable teísmo deja atrás el teísmo episcopal y el teísmo regalista para mostrar un teísmo republicano. En una palabra, como docente es un peripatético reformista y como político un criticista cristiano.

Lima, Salamanca 23 de enero 2016